al momento de construir la basílica un extranjero vio a un señor cargando un ladrillo este le pregunto: que haces? el hombre le contestó: llevo los ladrillos hacia allá, y prosiguió su camino, el visitante dió unos pasos más y se topo con otro hombre que tambien traía un ladrillo entre manos y le hizo la misma pregunta: que haces? este le contestó: estoy construyendo mi basílica.
En el fondo los dos hacen lo mismo pero las percepciones que tienen son completamente distintas, mientras que uno trabaja casi por inercia, el otro toma conciencia de sus actos (esta conciente de que con su pequeño ladrillo esta construyendo algo mucho más grande) y esto ayuda para hacer de el trabajo colectivo no un trabajo sino una obra propia del cual al acabarla se sentirá orgulloso.
2 comentarios; pon el tuyo! y se feliz:
Ohhhh.... cambiaste el post.
Hace rato ya anduve por aquí y estaba leyendo sobre Haití y zombi y justo se me cayó el sistema así que no pude dejar comentario.
Sobre el tema de los hombres con los ladrillos, tiene mucha razón... el trabajo es un honor y dignifica.
Saludos.
Santa Maria, Madre di Dio, ave!
Publicar un comentario
Dejame tu mensaje y se acabara la crisis