Lo más grato es que hoy me dieron la invitación de pertenecer al grupo de ciclistas (hay varios) de Keniro Bike, y pues yo acepte, aunque semanas antes pedí que incorporarme a otro grupo llamado "Ciclismo sin fronteras" pero pues ya se les fue la liebre, y hpoy soy oficialmente un Keniro Bike, como sea mi finalidad principal es divertirme, no es que haya rivalidad, aunque los Keniro son más resistentes, esas son cosas pero que quedan en segundo plano.
El domingo pasado nos fuimos Antioquia, un pueblo a las afueras de Lima, en Huarochiri, la verdad es que no se bien donde quede, lo que si se, que me costo sudor y todas mis fuerzas llegar hasta allí, habían subidas en la que ni las piernas ni las bicicletas podían dar más, era el momento oportuno para bajarse y empujar la bicicleta, horas de pedaleo, tuvo su justo pago, llegamos a la tierra prometida, me di cuenta de que ese era el comienzo de una nueva etapa en mi vida.
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